La cocina de Tuk Tuk es un recorrido por la gastronomía más exótica del Sudeste asiático. Su carta está compuesta sobre todo por platos típicos de Tailandia, Filipinas, Indonesia, Vietnam, China o Malasia.
Sabores auténticos, sin domesticar y sin adaptaciones pensadas para el paladar occidental. Platos con sabores potentes donde no puede faltar el picante. En definitiva, Asia que sabe a Asia.
Este proyecto fue creado por el empresario Oliver Bloomne y el ex actor Rick Alexander. Quienes se enamoraron de la comida oriental en un viaje de varios años recorriendo el continente asiático.
Así comenzaron su andadura, en un pequeño local con capacidad para no más de 20 personas en Chamberí, muy cerca de la parada de metro de Bilbao.
A día de hoy, Tuk Tuk sigue creciendo y tiene ya varios locales repartidos por toda la capital.
Nosotros visitamos en esta ocasión el local más grande con el que cuentan hasta el momento en la calle de Alcalá en pleno barrio Salamanca.
Tuk Tuk Asian Street Food: La Carta.
Tienen una carta bastante variada con algunas sopas, arroces, noodles, ensaladas, pad thai, algunas carnes….
Pedimos una Shinga mientras esperamos la comida y al momento llega a la mesa el primer plato, el Sexy Sio Bao, uno de sus bocados más famosos o como ellos lo llaman “la joya de La Corona”.
Un Bun relleno de pulled pork con salsa Hoisin, mayonesa japonesa, hierbabuena, cilantro, albahaca y cebolla roja en escabeche. ¡Un must que no te puedes perder!
Después llegan las Malaysian Satay, unas brochetas de pollo marinadas con cúrcuma, jengibre y leche de coco servidas con salsa de cacahuete que merece la pena probar.
También pedimos el Pad Thai de pollo con brotes de soja, huevo, pak choi, cebolla roja, tamarindo y cacahuete. Y aunque no estaba mal, después de probar este plato siempre que nos lo encontramos en alguna carta, en esta ocasión nos pareció que tenía poco sabor y por lo tanto prescindible.
En su lugar pediriamos alguno de sus platos de carne como el pato a la parrilla o el solomillo de cerdo asado, que tenían una pinta increíble y nos quedamos con las ganas.
No podíamos irnos sin probar uno de esos curry thai picantes (y cuando digo picante es picante) que te trasladan a los puestos callejeros de Tailandia. Nos decantamos por un Gaeng Phet, un clásico de ternera al curry rojo picante al estilo tailandés con albahaca, berenjena, azúcar de Palma y leche de coco. Sin duda otro de nuestros preferidos.
¿Y los postres?
Para terminar probamos su tarta de queso con jengibre y limón acompañado de rocas de chocolate blanco con Peta Zetas. El postre nos recordaba más a una tarta de limón sobre una tarta de queso que a una tarta de queso en sí. Y aunque claramente los postres no suelen ser el motivo por el que visitas un street food asiático podemos decir que cumplía.
Recetas auténticas con sabores sin adulterar y una decoración divertida que te trasladará a los mercadillos del sur de Asia por un precio más que razonable y sin salir de Madrid.