Si hay algo que no para en Madrid, es la apertura de nuevos restaurantes con nuevos conceptos que nos transportan a cada pequeño rincón del planeta. Este es el caso de The Lobstar Madrid que nos hace viajar a las zonas costeras de Nueva Inglaterra, en el noreste de los Estados Unidos.
En este restaurante nos acercan uno de sus platos más típicos; el famoso Lobster Roll, un bocadillo de bogavante que puede prepararse de muchas maneras diferentes y que es el protagonista de The Lobstar.
¿Cómo es el local de The Lobstar?
The Lobstar abrió su primer local en la calle Carranza. Justo en la línea divisoria que separa el barrio de Chamberí de Malasaña.
Tiene una decoración industrial que emula esos puertos de la zona de Maine donde se pesca la estrella de su carta y el protagonista en torno al que gira todo su concepto, el bogavante.
Nada más entrar al local, el gran protagonista es un enorme neón con forma de bogavante.
Llama la atención la cuidada decoración con sofás en la que predominan los colores azul, rojo y blanco de la bandera estadounidense.
The Lobstar abre su segundo local en la calle del Prado en pleno centro de Madrid.
El segundo local de The Lobstar abrió sus puertas a dos pasos de la famosa Plaza de Santa Ana, en el Barrio de las Letras y muy cerca de la Puerta del Sol.
Su decoración, siguiendo la estética de su primer local, tiene una estética industrial en la que también predominan los colores rojo, azul y blanco.
Lobster Roll, el auténtico protagonista de la carta de The Lobstar Madrid.
Sin duda, este bocadillo de langosta es el protagonista del local. La carta fué diseñada por cocineros que vinieron de Estados Unidos y presumen de que su producto estrella, el bogavante, viene directamente de las costas de Canadá y es preparado en el mismo local.
Aunque sirven este bocadillo preparado con seis recetas diferentes todos vienen con un pan brioche crujiente y con un notable sabor a mantequilla que elaboran en el mismo local.
Además, el bocadillo viene acompañado con una guarnición de patatas caseras, pepinillos dulces y salsa buffalo.
Primero probamos el bocadillo más tradicional, el llamado “Maine Style”. En este bocadillo se sirve el bogavante cocido y frío y viene acompañado con salsa mayonesa.
De los dos que hemos probado y por ser un plato principal frío es quizá el que menos nos llamó la atención de los dos.
Por otra parte también probamos su nueva receta, el “Smoked Roll”.
Sin ninguna duda este bocadillo de pan brioche que está relleno de carne de langosta marinada en salsa kimuchi y chipotle servido sobre una base de mayonesa de pimentón es un MUST que no te puedes perder si visitas The Lobstar.
Pero no todo son Lobster Rolls…
Sus recetas se inspiran en el mar y las sirven con un estilo propio y un concepto de cocina al que denominan como Rocking Seafood.
Además de los Lobster Rolls tienen diferentes entrantes y otras alternativas para los platos principales.
Para empezar una buena alternativa son sus “Lobstar Croquettes”, unas croquetas de langosta con un tamaño considerable y que vienen acompañadas de un alioli casero de lima quemada.
Otro entrante imprescindible si visitas The Lobstar son sus “Crusty Prawns”. Unos langostinos tempurizados acompañados de una salsa especial que es adictiva.
Una vez superada la fase de los entrantes y antes de elegir nuestro Lobster Roll encontramos un plato principal en su carta que no pasa desapercibido.
Se trata de sus Mac & Cheese. Una versión personal de este plato tan americano que mezcla los clásicos macarrones gratinados con queso con abundantes trozos de langosta.
¿Merece la pena la visita?
Aunque no es un restaurante para visitar todos los días si quieres mantenerte en forma (ya que al ser un fast food al más puro estilo americano sus recetas suelen utilizar bastante mantequilla o platos rebozados y fritos) es una alternativa diferente para probar un tipo de comida que probablemente nunca antes hemos probado.
También debemos tener en cuenta su precio. Ya que, aún tratándose de un fast food, su ingrediente principal es el bogavante por lo que su precio medio por persona se sitúa en torno a los 25 – 35€.
En definitiva, creo que la visita merece la pena si queremos probar algo diferente y teniendo en cuenta que el ticket medio será algo más alto que en otros restaurantes del estilo ya que aquí la materia prima es el bogavante y está presente en prácticamente todos los platos.