Muy cerca de San Bernardo, en pleno corazón de Conde Duque se encuentra Bar Leiner Madrid, un pequeño rincón a medio camino entre tasca de toda la vida y taberna alemana.
Un bar de barrio, acogedor, donde preparan solo una pequeña variedad de platos pero que, donde todo lo que hacen, lo hacen bien.
Además de cañas bien tiradas y una selección de diferentes cervezas artesanales alemanas, tienen un vermú riquísimo pero matón, que preparan ellos mismos. Tiene nombre propio y es uno de sus preparados más especiales, su famoso Leinermut.
Todas las bebidas van acompañadas de tapas caseras como; pan con tomate y aceite, tortilla acompañada con salsa Leiner, chicharrones, zanahorias encurtidas y muchas tapas mas.
Además tienen tapas especiales como un arroz que preparan todos los sábados a la hora del almuerzo. Toda esta variedad de tapas son algunos de sus clásicos.
Pero vamos a lo importante, ¿Qué hay en su carta?
En esta pequeña cervecería alemana no tienen carta como tal. En su lugar puedes ver carteles en los que ofrecen una pequeña pero riquísima selección de salchichas alemanas
Se pueden tomar perritos o diferentes salchichas. Las salchichas alemanas son su especialidad y preparan unas de las mejores y más auténticas currywurst que hemos probado y un riquísimo chucrut casero.
Pero sin duda alguna es su perrito lo que no puedes dejar de probar. Es probablemente su plato estrella y no es para menos ya que utilizan pan del panadero John Torres. Además, la salchicha viene acompañada con diferentes encurtidos y mezcladas con varias de sus salsas. No lo dudes, ¡Es un acierto seguro!
Y si ya no son horas y has pasado al siguiente nivel puedes probar algunos de sus cócteles, sus vermús o uno de sus tragos más famosos: el “caña – tonic”, un gin tonic servido en vaso de caña.
Bar Leiner Madrid. Un bar que no te puedes perder en Conde Duque.
Aunque todo lo que hemos visto ya es motivo mas que suficiente para acercarse a probarlo, no es su comida o su bebida lo único que hace especial a esta pequeña taberna teutona.
La cercanía de sus camareros, una clientela variopinta y el buen ambiente que se crea entre parroquianos habituales y clientes de paso o que acuden para probar sus especialidades alemanas, todo ello acompañado con una buena banda sonora, hacen que te sientas como en casa.
Además de todo esto tienen algunos juegos de mesa para pasar el rato y un pequeño rincón-biblioteca de intercambio de libros.
Y si eres de los que no puedes resistirte a la mirada de tu mejor amigo cuando sales de casa, debes saber que es “Dog friendly”, por lo que puedes ir con tu perro y será recibido con un cuenco de agua acompañado de su tapa perruna.
Un bar con mucha personalidad en el que su máxima es hacer las cosas bien. Demuestran que se puede crear un concepto diferente, alejándose de los tantísimos bares sin alma que encontramos en cada esquina, que parecen tristes copias baratas unos de otros y que no tienen ningún elemento que los haga especiales o únicos.
Es un placer encontrar bares tan auténticos, ¡Date prisa que cada vez quedan menos!